sábado, 1 de noviembre de 2008


Zuculini fue duda en Racing pero juega

La evolución de Racing se advierte no solamente en las dos tablas, la del Apertura y la de los promedios. El crecimiento de los juveniles que lo apuntalan quedó reflejado el miércoles en la cancha de Arsenal, donde, tras estar dos goles abajo en el marcador, el equipo reaccionó y alcanzó una importante igualdad. En otros momentos, ese partido seguramente se perdía de manera irremediable. Ahora no es así. Ahora Racing parece resuelto a superar cada problema que se le cruza por el camino sin bajar los brazos hasta el pitazo final. Entonces, si bien las angustias que provoca la lucha por la permanencia están ahí, agazapadas, amenazando siempre, sus hinchas se entusiasman con un futuro mejor, sin tantos inconvenientes.

Hoy, a partir de las 19.40 (televisado por TyC Max), la Academia recibirá a Vélez por la 13ª fecha y buscará extender la racha de cinco encuentros sin perder en el Cilindro. Claro que sus metas van más allá de un simple dato estadístico. Lo que pretende el conjunto de Juan Manuel Llop es alejarse de los últimos puestos en la tabla de promedios y armarse de a poco para pelear bien arriba. Los pibes han madurado rápidamente, pero aún necesitan más horas de vuelo, más experiencias que terminen de moldear sus condiciones futbolísticas y anímicas. Y en medio de ese aprendizaje forzoso que realizan sin habérselo propuesto, la urgencia de sumar les pone presiones que deben gambetear como si fuesen adversarios. Pero Racing, tras ser el verdugo de San Lorenzo y obtener un buen punto en Sarandí, ha encontrado un rumbo del que no desea apartarse, pues transitando por allí adquirió puntos y confianza. Todos los contratiempos que existieron en el arranque de la temporada han quedado archivados. Los atenuó y los borró el esfuerzo de un plantel que, luego de sufrir penurias de todo tipo, espera disfrutar de momentos placenteros.

Cuando parecía que los resultados negativos se llevaban a la rastra a Hugo Tocalli, Vélez salió de las sombras y logró un triunfo (2-0 ante San Martín de Tucumán) que le calmó los nervios a su público y que garantizó la continuidad del técnico. De todos modos, Tocalli, hombre curtido en estas cuestiones que rodean al fútbol, sabe que únicamente las victorias borrarán las dudas que aparecieron días atrás y que, en cambio, cualquier tropezón servirá como llamado automático para que regresen los fantasmas y los cuestionamientos hacia su tarea. Por lo tanto, si bien la punta no está cerca y -por suerte para sus intereses- no hay problemas con el promedio, el equipo de Liniers tendrá motivaciones cuando pise el césped en Avellaneda. La más trascendente, encarrilar una campaña con demasiados altibajos, que no le alcanza para mezclarse entre los aspirantes a calzarse la corona de campeón.

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