La Filial informa (23-10-10)

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POR LA DUODÉCIMA DEL APERTURA, RACING VISITARÁ EL MONUMENTAL

Se acabó la parla, ahora se viene el fútbol

Hubo fuegos cruzados de declaraciones durante toda la semana. Los de River alzaron la voz contra los arbitrajes y los de Racing temían ser perjudicados por las quejas que llovían desde Núñez. Esta tarde se verán las caras, desde las 16.20, en lo que se perfila como un partido disputado y cargado de adrenalina. Miguel Russo parará el mismo equipo que derrotó a Argentinos, la jornada pasada. En cambio Ángel Cappa, quien no podrá estar en el banco por suspensión, realizará cuatro modificaciones; retornarán a la titularidad Ariel Ortega y Rogelio Funes Mori e irán desde el arranque Rodrigo Rojas y Josepmir Ballón. El encuentro será dirigido por Patricio Loustau.

Racing, que con una victoria podría escalar puestos en la tabla de clasificación para la Copa Libertadores, alineará a Jorge De Olivera; Marcos Cáceres, Matías Martínez, Lucas Aveldaño, Matías Cahais; Patricio Toranzo, Claudio Yacob, José Luis Fernández; Giovanni Moreno; Gabriel Hauche y Claudio Bieler. Además, estarán en el banco de los suplentes Roberto Fernández; Roberto Ayala, Lucas Licht; Braian Lluy, Bruno Zuculini, Lucas Castromán y Pablo Lugüercio.

Por su parte, River, que se siente comprometido a sumar de a tres ya que acumula cuatro empates consecutivos y empieza a incomodarlo estar en zona de promoción, saldrá a la cancha con: Juan Pablo Carrizo; Paulo Ferrari, Jonatan Maidana, Adalberto Román, Carlos Arano; Rojas, Ballón, Erik Lamela; Ortega; Funes Mori y Mariano Pavone.

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ESPACIO DE JÓVENES RACINGUISTAS: POR RODRIGO MURYÁN, DE 14 AÑOS

Perdí mi identidad

Sucedió hace tiempo, no obstante, aún mantengo el recuerdo nítido en la memoria. Es uno de esos recuerdos imborrables. Es uno de esos recuerdos imposibles de olvidar. Vestía mi casaca de Racing cuando, meses después del estreno de “El secreto de sus ojos”, tuve la suerte de presenciar una charla de Campanella así como el honor de poder hacerle una pregunta.

Sabía que la oportunidad era única e irrepetible. Segundos tardó en venir a mí la inquisición que luego le realizaría. Fue instintivo. Entre tantos temas a elección escogí a La Academia. La pregunta que le realicé a Juan José Campanella fue algo así como: “¿Qué le hizo elegir a Racing para la película?”. Su respuesta no fue la que esperaba. Creí que me hablaría de que su gente era fiel y seguidora. Creí que replicaría que los racinguistas éramos los más fanáticos del mundo, lo que encajaba a la perfección con el perfil del asesino -nadie se atrevería a mostrarse en público si está siendo buscado por la policía-. Sin embargo, mis conjeturas fueron en vano. Me equivoqué. Y mucha suerte tuve al haber errado. Su contestación hizo alusión a la identidad del hincha de Racing. Me respondió algo similar a que un académico una de las primeras cosas que dice de sí mismo es que es de Racing. No hace falta que se lo pregunten. Al presentarse da su nombre, otorga alguna descripción y, como una condición sine qua non, aclara el club al cual es incondicional. Y lo dice con orgullo, porque para él es justamente eso, un orgullo, ser hincha de La Academia. Como se dice en la película, Racing es una pasión. Es una pasión que está por encima de muchas otras cosas.

A partir de este episodio me puse a pensar y me di cuenta de que el ilustre director había dado en el clavo. En el colegio al que asisto, quien sea que me conozca sabe que soy de L´Acadé.

Incluso gente que no tiene idea de cómo me llamo o en qué año estoy me conoce sencillamente como “Racing”. Otro contexto posible de análisis es el Cilindro de Avellaneda con su público en las tribunas. Al fundirme con las miles de voces en un canto unísono de aliento o al encontrarme en un abrazo con alguien que comparte mi pasión, siento que yo soy parte de Racing y, principalmente, que Racing es parte de mí. Bastará con comparar a los dos principales conjuntos albicelestes del país para corroborar que Racing Club de Avellaneda es un factor predominante en mi identidad. Por supuesto que quiero que la Selección Argentina brille en las Olimpíadas o consiga la Copa del Mundo. Sin embargo, cabe destacar que mi alegría se potencia a la n cuando gana Racing. No hay nada comparable. Mi identidad racinguista supera mi identidad nacional. Y creo que ese sentimiento lo poseemos todos los académicos. Un sentimiento que deriva en otro de hermandad entre quienes compartimos este amor incondicional. ¿Quién no habrá exclamado un “Aguante la Academia” al reconocer a alguien -aún sin saber quién era ese alguien- con la camiseta que nos identifica?

Anecdótico es el resultado del fin de semana si tenemos en cuenta el tema de esta columna. Yo siento que mi nombre, mi apellido, mi país, mi número de documento e incluso mis huellas digitales dejaron de identificarme en comparación con mi queridísimo club. Para la gran mayoría de la gente soy simplemente un hincha de Racing, y estoy orgulloso de que así sea.

Rodrigo Muryán (14 años)

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