domingo, 31 de agosto de 2008

El equipo de Llop vuelve de Mendoza con una pesada carga. La derrota con el Tomba expuso las mismas debilidades que tuvo en el traumático Clausura 2008.
No hay mal que dure cien años: en Racing alcanza con menos de nueve meses. La brisa de buen juego y resultados que lo había acompañado durante tres fechas se transformó en un viento de frente, suficiente para provocarle inestabilidad, para devolverlo a un escenario conocido en sus desvelos.La celebración de Godoy Cruz, la primera que los mendocinos consiguen en su tierra en esta temporada, lo amarró a una butaca en una terapia al estilo Naranja Mecánica: sin chance de hacerse el distraído, Racing debe poner los ojos en imágenes traumáticas, que lo acercan al padecer del primer semestre del año.Bajo el mando del Chocho Llop, el equipo había disfrutado de veranitos en el otoño del último Clausura. Por caso, había acumulado invictos de cuatro y tres fechas (9ª a 12ª y 16ª a 18ª), pero la Promoción lo tuvo entre sus protagonistas. Algunas de las causas asomaron ayer...Cuando no quedaba tiempo de más, Godoy lo dejó sin nada. Fue un revival dramático de los sucesos ante Lanús, Gimnasia, Central y Boca. Esos seis puntos que se le escurrieron cuando el árbitro pispeaba el reloj le habrían evitado la Promo.La responsabilidad se le debe atribuir a un hombre propio (Martínez Gullotta) antes que a uno ajeno (Figueroa). En el Clausura, Mercado (vs. Newell's) y el repudiado Navarro (con Lanús y Central) dieron testimonio de cómo un error específico influye más que una estrategia.Si el desenlace de los mano a mano fijan tendencia, a sus hinchas les corresponde la legítima preocupación. Desde que se instaló en el sótano de las posiciones, Racing no ha ganado un solo cruce frente a rivales directos por la permanencia. En los primeros seis meses del año recogió dos puntos (empates, en el Cilindro, contra Olimpo y Gimnasia de Jujuy) en seis duelos (perdió con Newell's, San Martín de San Juan, Central y Colón). El primero de la campaña 2008/09, el de ayer, le prolongó la sequía.Miguel Micó y Juan Manuel Llop, técnicos en la parte final de la 2007/08, solían afirmar, con razón, que incluso en un traspié, Racing no sufría dominio del adversario. La primera media hora en Mendoza, con tres ocasiones que le dieron a Ibáñez el rango de figura, justifica el lamento renovado. Hasta en el segundo tiempo, sin tanto ataque, Racing pudo haber desnivelado. Pero adelante, se sabe, lastima menos que un Playmobil.Esta 6ª fecha parecía estimular el escape, habida cuenta de la floja cosecha de sus competidores por la supervivencia. Racing jamás le sacó ventaja a este tipo de situaciones.Pese a todo, todavía está a salvo. El Clausura aún no ha llegado...

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