martes, 20 de enero de 2009

Shaffer pasó de estar colgado y pasar privaciones a ser titular indiscutido. Hoy genera interés en clubes europeos. Por eso le agradece a Llop, que le dio un lugar.
Su éxodo a Europa, vaya paradoja, significó el comienzo de su etapa más difícil en el fútbol. Su pase al IFK de Suecia en la temporada 06/07 lo dejó maltrecho. Se volvió antes a Avellaneda por problemas con su club y ya en Racing estuvo colgado en la etapa de Miguel Angel Micó. Nada de fútbol, nada de trabajos con el equipo. José Shaffer sólo trotaba alrededor de la cancha y sus días eran un tormento. Hoy, lejos de esos malos momentos, el lateral izquierdo está siendo seguido por Diego Maradona para una posible convocatoria a la Selección y es el jugador académico que tiene más chances de emigrar al exterior. Claro, porque con Claudio Yacob con el cartel de intransferible al menos hasta junio (se rechazó una oferta del Nápoli de cinco millones de euros), el cordobés es el hombre a vender y ya existió un sondeo del Udinese, aunque todavía no hay ninguna oferta formal. "Yo estoy muy cómodo en Racing y por ahora pienso en jugar acá. Estoy viviendo un sueño y soy feliz. Hace un año busqué trabajo en una pizzería para hacer envíos a domicilio. En Racing no jugaba y me tomaron para hacer delivery, pero me di cuenta de que no era para mí", le cuenta José a Olé, quien por primera vez relata su sacrificada vida en la gestión de Micó como DT, un año atrás. Justo antes de su posible ida.
-Se dio vuelta todo demasiado rápido...
-No lo puedo creer. Cuando estaba colgado vivía en un lugar cercano a la casa de mi suegra. Un lugar muy feo donde pasé frío. El baño lo tenía a la intemperie... Tenía que salir del cuarto donde vivía con mi familia y había que caminar por un pasillo para llegar... Era la parte de atrás de un supermercado.
-¿Hasta cuándo viviste en ese lugar?
-Hasta justo antes de la Promoción. Llegué a jugar diez partidos en la Primera de Racing pasando frío y hambre. Viajaba todo apretado más de una hora y al principio no era ni tenido en cuenta.
-Debés ser el jugador que más disfruta estar encerrado en un hotel...
-Sin dudas... Estar en Mar del Plata, en un hotel con todas las comodidades, es un lujo. Para mí no tiene precio estar en una pretemporada. Yo ganaba 1.200 pesos y también pasaba hambre. No me compraba un par de zapatillas porque tenía que darle de comer a mi hija. Hasta mate cocido y pan llegué a cenar.
-Ahora te va bien y seguís siendo muy humilde. No olvidás todo lo que pasaste...
-Yo no tuve nada y ahora no me gusta hacerme ver o notar con ostentaciones. Sólo disfruto todo, quizá me doy un gusto. Pero ya pasé la etapa más dura de mi vida y ahora disfruto más que nunca. Cada partido, cada práctica.
-¿Imaginabas estar donde estás ahora?
-Para nada. Pero esto sirve para que toda la gente que lea la nota se dé cuenta de que nada es imposible. Yo tenía un sueño y, gracias a Dios, lo pude cumplir.
-¿A quién se lo debés?
-A mi familia y a Llop. Más allá de todo lo que se dice, yo le voy a estar siempre agradecido al Chocho. El me dio la oportunidad de jugar y por esa razón le debo todo lo bueno de este momento.Las vueltas de la vida no marean al pibe de 23 años. Titular indiscutido del equipo por su vocación ofensiva y buena pegada, Beto, como le dicen en el plantel, se ganó la mirada de varios equipos de Europa por su regularidad: "Si me quedo quiero pelear el campeonato porque tenemos un grupo bárbaro. Yo lo veo bien y estamos trabajando muy duro para sumar todos los puntos que necesitamos para salir de la abajo".
-Perdieron a Moralez, que era alguien importante para el grupo, ¿se siente eso?
-Sí, porque es un jugador desequilibrante. El equipo necesita a alguien así. Nos falta ese toque de calidad en ofensiva que nos daba Maxi, pero sé que vamos a llegar bien. Confío a muerte en este grupo.

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