martes, 13 de abril de 2010


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Fotos del partido de ayer

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Estudiantes dio cátedra y avisó que va por todo
Paliza táctica sobre un Racing que no encontró respuestas
EL PRINCIPITO SOSA SALTA DE ALEGRIA, TRAS SU MARAVILLOSO GOL DE TIRO LIBRE. SE SUMA EL CHINO BENITEZ.

El mejor Estudiantes, el de los toque, lujos y contundencia, el de la firmeza defensiva y la precisión en velocidad, se hizo presente para mal de Racing, que lo sufrió en carne propia. El Pincha, aún sin dos de sus estandartes referenciales como Juan Sebastián Verón y Mauro Boselli, lo pasó por arriba, borrando de la cancha a esta Academia devaluada que provocó que sus hinchas se irritaran al límite del insulto a flor de piel, que castigó a sus jugadores con airados reclamos y duras amenazas. Hubo un solo equipo y fue el de Alejandro Sabella, que dio cátedra, que apabulló a los de Miguel Russo en un abrir y cerrar de ojos. Tanto, que a los 10 minutos, cuando José Sosa la clavó en el ángulo, sentenció el pleito. Lo que vino detrás continuó siendo un monólogo, con el cual Estudiantes dejó en claro que peleará arriba hasta el final, por la corona que ya se probaba Independiente, a la que ahora aspiran varios. El Pincha ayer avisó: reapareció a pleno, quedando a un escaloncito, a tiro de la punta, y con otro frente abierto, el de la Copa Libertadores, en donde queda mucho por delante y asoma como candidato serio.

Palo y a la bolsa

De entrada nomás el “local” se hizo patrón, amo y señor del partido, asentado en su inexpugnable última línea y en una zona media que asfixia. Como si eso fuera poco, lo tuvo encendido a José Sosa, jugador exquisito y fino, que a los 10, con un tiro libre, la dejó clavada en el ángulo derecho de De Olivera. Estudiantes lo fue a buscar, pegó con el 1-0 y lejos de replegarse, siguió dominando el trámite a voluntad. Con un enorme oficio, sin fisuras y ante un Racing inexpresivo, carente de ideas y creatividad, se le simplificó todo.

Estudiantes tuvo a Clemente imparable, lastimando en cada proyección, a Braña mordiendo y de ahí en adelante, un Enzo Pérez lúcido que resultó el acompañante ideal para el Principito Sosa. Todo ello marcó una clara diferencia de categoría. El resultado dependería de la decisión del Pincha, que lejos de dormirse o refugiarse atrás, arriesgó para ir a fondo y mató. En pocos minutos, lo cerró por si quedaba alguna duda flotando en el ambiente.

Llegó el 2º vía Clemente Rodríguez (mostrando un estado físico óptimo, atrevido, comprando todos los boletos para ser “de selección”) y el 3º a través de Leandro González (no lo gritó por “respeto” a su pasado por Racing, lo que al final le valió de poco, ante los insultos de algunos).
Por ese entonces, era un concierto albirrojo con solistas de lujo, a toda orquesta, ante un rival groggy, que deambulaba por el campo de juego, que no atinaba a responder con equivalencias y al que le costaba dar dos pases seguidos.

De poco valieron los cambios que metió Russo. Con Lugüercio y Castromán adentro, Racing no modificó nada y tampoco dio señales de vida. El monólogo de Estudiantes se cristalizó al promediar la etapa con el 4º, esta vez desde afuera del área, con un derechazo inolvidable de Leandro González. Estaba todo resuelto. La Academia no pudo ni supo cómo llegar hasta Orión con seriedad ni con la posibilidad de descontar. Siguió flaqueando atrás, no tuvo salida por los laterales, y lo asombroso fue su carencia de fútbol. Todo lo opuesto a Estudiantes, que se mostró rutilante, arrancando el “ole” de su gente, la que se retiró ilusionada con un “doblete” que a esta altura, de mantener semejante nivel, no es descabellado.

Este Estudiantes, señores, dejó por sentado que es capaz de cualquier hazaña.


5 AÑOS

Racing no caía por 4 a 0 desde el Apertura ‘05: ante Independiente (Frutos -3- y el Kun Agüero)

CLAVES

OTRA CATEGORIA
HUBO UNA DIFERENCIA SIDERAL ENTRE UN EQUIPO CON TODAS LAS LETRAS, CONSOLIDADO Y CANDIDATO A PELEAR ARRIBA (ESTUDIANTES) Y OTRO QUE INTENTA SERLO, QUE PELEA POR OBJETIVOS DISTINTOS (RACING).

CONTUNDENCIA
ESTUDIANTES SE ASENTÓ EN UN PAR DE INDIVIDUALIDADES PARA CONFORMAR UN CONJUNTO Y ADELANTE, EN GENERAL, NO FALLÓ. ABRIÓ LA CANCHA POR LOS COSTADOS, LA HIZO MÁS GRANDE Y DEFINIÓ DE DIFERENTES MANERAS.

A LA DERIVA
RACING TUVO TODOS LOS VICIOS IMAGINABLES. JUGÓ UN PARTIDO PARA EL OLVIDO, DANDO VENTAJAS SIEMPRE Y DEJÓ UNA IMAGEN MUY POBRE COMO EQUIPO, LO QUE DESPERTÓ LA BRONCA DE SUS HINCHAS.


EL ARBITRO
Loustau y una tarea despareja

La labor de Patricio Loustau (5 puntos) ofreció claroscuros. Tuvo desatenciones con sus colaboradores (en el segundo tiempo dejó seguir el juego casi un minuto cuando había un off side previo marcado por su asistente); le perdonó la vida a Matías Martínez y a Leandro Benítez por claras faltas de amonestación y si bien siguió en general de cerca el juego, para despejar dudas en sus sanciones, en algunos tramos se insinuó riguroso y en otros permitió acciones violentas.


UNO POR UNO ESTUDIANTES

Sosa, abanderado de una exhibición

AGUSTIN ORION (6) no tuvo complicaciones ni compromisos importantes.

CLEMENTE RODRIGUEZ (8) jugó un partidazo, con tremendo poder de proyección.

CRISTIAN CELLAY (6) no ofreció puntos flojos y mostró una gran solvencia.

LEANDRO DESABATO (6) cumplió con su acostumbrada eficiencia, sin despeinarse.

MARCOS ROJO (6) cerró su lateral ante la presencia de Hauche.

ENZO PEREZ (8) no se cansó de correr y además, lo hizo con un enorme criterio.

RODRIGO BRAÑA (7) fue el patrón de la zona media del Pincha.

LEANDRO BENITEZ (7) se puso la ropa de gala por momentos para hacer de las suyas.

JOSE SOSA (9) se erigió en la figura del encuentro, con maestría y clase de Primera.

LEANDRO GONZALEZ (8) anotó por duplicado, con dos buenos remates, uno de zurda y otro de derecha.

GASTON FERNANDEZ (7) tuvo movilidad y se lo vio certero en los pases en ataque.

DARIO STEFANATO, MAXIMILIANO NUÑEZ y MARCOS ANGELERI ingresaron cuando estaba todo definido.


UNO POR UNO RACING

Nada por aquí y nada por allá...

JORGE DE OLIVERA (5) llegó a 229 minutos con el arco invicto y recibió cuatro goles, pero hizo lo que pudo, porque la goleada no fue culpa suya.

GABRIEL MERCADO (2) estuvo mal en la marca y peor con la pelota.

LUCAS AVELDAÑO (5) fue de los que vendió más cara la derrota. Por lo menos, transmitió ganas.

MATIAS MARTINEZ (4) una falta suya derivó en el primer gol del Pincha y eso lo condicionó anímicamente.

MATIAS CAHAIS (4) cuidó la quintita, atrás, sobre la línea, y nunca ofreció seguridad.

SEBASTIAN ROSANO (3) no se pudo destacar ni con sus saques de lateral.

CLAUDIO YACOB (4) no supo empujar a su equipo, como capitán, hacia adelante.

ADRIAN LUCERO (3) jugó sin brújula, y no aportó nada.

JOSE L. FERNANDEZ (4) estuvo lejos del nivel de los últimos partidos, afectado por un golpe en el tobillo.

GABRIEL HAUCHE (3) en el primer tiempo, intentó. En el segundo, ni eso.

CLAUDIO BIELER (3) perdió de abajo y de arriba con la defensa del Pincha.


RUSSO EVITO DRAMATIZAR POR LA PALIZA RECIBIDA
“No hay excusas, ellos fueron muy superiores”
MIGUEL RUSSO ES LA IMAGEN DE LA DECEPCION, TRAS LA DURA CAIDA. ATRAS, SABELLA.

El técnico de Racing, Miguel Russo, salió del vestuario, enfrentó a la prensa, y en un monólogo que no duró más de un minuto, dejó un claro mensaje sobre el papelón que vivió su equipo en la cancha de Quilmes, por la contundente victoria del Pincha por cuatro a cero: “no hay excusas, ellos fueron muy superiores” dijo, intentando quitarle dramatismo a la situación de angustia que atraviesa la Academia.

Russo fue el único protagonista de Racing que habló tras la caída ante Estudiantes, porque los jugadores salieron en fila india del vestuario y sin hacer declaraciones se subieron al micro, sumergidos en la oscura realidad que atraviesa un equipo que no está actualmente en zona de promoción sólo porque debe un partido pendiente ante Atlético Tucumán, que se completará el miércoles 21.

El técnico dio la cara, y por lo menos, insinuó una explicación, superficial, sobre la pálida labor de su equipo: “Por algo Estudiantes está peleando en los dos frentes, es un gran equipo, que tiene mucho rodaje y jugadores de jerarquía. No hay que buscar excusas, ellos fueron muy superiores y por eso ganaron. Me parece que el partido se empezó a definir a los treinta minutos de juego, con el segundo gol”.

Después de admitir la diferencia futbolística entre un equipo y otro, Russo intentó transmitir optimismo para el futuro: “hay que seguir trabajando, porque esto es día a día, y todavía falta bastante para el final del campeonato. Tenemos un partido pendiente y Racing sigue dependiendo de sus posibilidades para lograr el objetivo. Hay que trabajar y apuntar al partido del domingo, frente a Vélez, porque jugamos en nuestra cancha y necesitamos un resultado positivo”.

Para el partido con Vélez (domingo, 19.10, en Avellaneda), Russo no podrá contar con Gabriel Mercado, quien llegó a las cinco amarillas. En su lugar ingresaría Braian Lluy.


La bronca estalló en la tribuna
La derrota profundizó el divorcio entre la gente y los jugadores
DE OLIVERA, EN EL PISO, NADA PODRA HACER ANTE GONZALEZ. EL TERCERO PINCHA.

El divorcio entre la gente de Racing y sus jugadores volvió a quedar expuesto por la contundencia de la derrota frente a Estudiantes, porque desde la tribuna estalló la bronca de los hinchas que dispararon munición gruesa contra los futbolistas de la Academia. Es que la pobreza futbolística de Racing encendió la mecha y el fastidio de los simpatizantes no tardó en explotar, con insultos y canciones agresivas para el plantel. Porque después del primer tanto del Pincha, de Sosa, los fanáticos reclamaron que “pongan huevos, que esta tarde, cueste lo que cueste, tenemos que ganar” y más tarde presionaron con el siguiente coro: “vamos a poner huevos, vamos para adelante, si no gritamos todos, parecemos Estudiantes”. Pero los goles del Pincha se hacían notar en el resultado y eso acumulaba la bronca de la hinchada académica: “si no ponen huevos, cómo quieren que ganemos!”, y siguieron con “me parece que Racing no quiere ganar, si no gana, qué quilombo se va a armar”. Mientras que hubo reclamos para Russo con una agresión indirecta para Yacob: “sacálo al cinco la p... que te parió”. Y en el final, apareció un clásico de los fracasos en Racing: “la camiseta de Racing, se tiene que transpirar, y si no, no se la pongan, váyanse no roben más...”.

http://www.popularonline.com.ar/nota.php?Nota=510845

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ESTUDIANTES 4 - 0 RACING
Estudiantes, un tractor que le pasó por arriba a Racing
Ganó con lujos y contundencia para meterse en la pelea

Por ANÍBAL GUIDI
Ahora sí. Estudiantes, con lujos y goles, despachó a la Academia y tocó a las puertas de la pelea por el título. Quedó a un solo punto de la punta pero si se analiza su actualidad futbolística y tremenda robustez anímica, hay que tenerlo muy en cuenta para el embalaje final.

Le hizo ayer cuatro goles en el Centenario quilmeño a un Racing que no puede con su alma, y bien pudieron haber sido un par más si afinaba un poco la puntería en la etapa complementaria.

Dos goles _uno en cada tiempo- de un ex Racing, Leandro González, otro de José Sosa, el que abrió la cuenta a través de un soberbio tiro libre, y el restante de Clemente Rodríguez, que gritó su primera conquista con la casaca albirroja, le dieron forma a esta conquista albirroja, la octava en este Clausura.

El equipo de Sabella fue un tractor, igual al que el plantel acaba de obsequiarle al club en un gesto que lo enaltece, que comenzó a resolver el pleito a los 10' con un tiro libre que Sosa clavó con pierna derecha contra el palo derecho de De Olivera, y prácticamente lo liquidó pasadita la media hora de juego, porque primero Clemente Rodríguez, entrando por derecha y asistido impecablemente por Sosa, clavó el segundo con remate bajo, y porque después Leandro González, libre por la izquierda y habilitado por un Sosa tan encendido como preciso, sacó un zurdazo cruzado que dejó sin chance al golero de la Academia.

Si la visita disponía de una estrategia o de un planteo táctico, pues éste lo hizo trizas de entrada un Estudiantes muy enchufado que casi no extrañó a su capitán Verón (suspendido) y a su goleador Boselli (lesionado). Es que el fútbol en el equipo de Sabella fluye naturalmente y, lanzado a la ofensiva es realmente temible.

Y encima resuelve siempre en velocidad, buscando la profundidad y con un manejo del balón preciso, que destruye cualquier dispositivo de marca que pueda oponer el rival de turno.

Claro que hay que ponerse en la piel de este Racing que está sumergido en la zona de promoción, que no consigue resultados, a quien su propia gente le pide cosas que, dentro de la cancha, no le puede devolver, y que de pronto se encuentra con este equipo albirrojo que juega casi de memoria y que, esté quien esté adentro, mantiene el mismo perfil de equipo convencido y contundente.

No es nuevo esto de Estudiantes, viene desde lejos, y cada vez asoma más sólido y confiable. Encima, para aplastar a un más a este Racing que nunca hizo pie en la cancha y que tampoco nunca inquietó seriamente a Orión, salvó sobre el final del partido, Estudiantes sacó a relucir ese repertorio desequilibrante.

La técnica de sus jugadores (Sosa, otra vez, el abanderado), su fortaleza anímica y mental, y que aparte del toque de primera tiene la virtud de desdoblarse con una facilidad sorprendente para elaborar una jugada profunda, muy difícil de poder controlar para cualquier defensa.

El segundo tiempo se hizo interminable. Era tanta la diferencia entre uno y otro que se esperaba un resultado catástrofe. En especial luego de que Leandro González, asistido con pelotazo largo por Benítez, despidiera a la carrera un derechazo alto que se le clavó a De Olivera contra su palo izquierdo.

El pigüense (innecesariamente) se fue festejando mirando a la tribuna visitante, la que estalló en bronca y generó un incidente, que puso en riesgo la continuidad del partido. Pero el cotejo siguió y fue el arquero visitante el que evitó el resultado catástrofe al taparle remates de gol a Maxi Núñez (ingresó por Fernández), al propio González, a Sosa, mientras que Pérez, habilitado por Clemente, elevó el balón por sobre el travesaño.

El presente de los dos equipos quedó al desnudo. Estudiantes, con un Sosa que emuló bien a Verón, y con un González que se disfrazó de Boselli, le pasó por arriba con su tractor a la Academia y golpeó la puerta que se le abrió para meterse en la pelea por el título. Empardó al Rojo y quedó a un punto del líder. Y vaya si tiene con qué dar esta pelea.

http://www.eldia.com.ar/edis/20100413/deportes0.htm

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