domingo, 18 de abril de 2010



Fotos de anoche en Racing 3 - Velez 1

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RACING 3 - VELEZ 1
Racing revivió su esperanza en el momento menos pensado
BIELER FESTEJA CON LUGÜERCIO Y YACOB. LOS TRES FUERON PROTAGONISTAS, EN LA RED, DE LA RECUPERACION DE RACING.

MARIANO BOURGAREL
Con el corazón en el boca, en medio de la tormenta de lluvia, angustia y desesperación, la ilusión de Racing logró quedar a salvo, gracias a seis minutos de furia, porque cuando promediaba el segundo tiempo y Vélez estaba más cerca del segundo que el local de la recuperación en el resultado, una seguidilla de ataques logró que los dirigidos por Russo resolvieran (con los tantos de Lugüercio, Yacob y Bieler) un compromiso clave en la lucha por la permanencia, porque merced al tres a uno ante el conjunto de Liniers (que se había puesto en ventaja en el primer tiempo con un cabezazo de Tobio) se mantiene fuera de la zona de promoción.

El partido estuvo teñido por incidentes, en las tribunas y en la cancha, y la emoción le robó el protagonismo al juego, porque entre las presiones de Racing, la lluvia, y la debilidad anímica que mostró Vélez luego de la expulsión de Ricardo Alvarez (a los 23 minutos del segundo tiempo), el desahogo de los fanáticos de la Academia por la victoria disimuló las falencias futbolísticas que sigue desnudando el equipo de Russo.

No hay dudas de que para Racing fueron tres puntos de oro, porque gracias a ellos, sigue arriba de Rosario Central y Gimnasia, en la tabla de los promedios, y ahora alimentó su espíritu para confirmar esa ventaja en los 68 minutos que debe completar el próximo miércoles ante Atlético Tucumán, en un partido que se suspendió hace tres semanas por la lluvia.

En medio del encuentro, Racing cambió varias veces su estrategia y su actitud ofensiva. Es que arrancó con un 4-4-2, que tenía a Castromán como el punto flexible, tratando de desbordar por el sector derecho. Pero el ex Vélez y Boca nunca pudo asociarse con los dos delanteros iniciales del equipo (Bieler y Lugüercio) y sus intentos se reducían a tiros de media distancia, priorizando la resolución individual.

Sin demasiado juego en el medio y con el empuje que brindaba el aliento de la gente (“esta noche, cueste lo que cueste, esta noche, tenemos que ganar” cantaba), Racing pudo generar varias situaciones de gol, por un remate de Castromán, un cabezazo de Lugüercio y un tiro libre de Bieler, del que Aveldaño no pudo capturar el rebote.

En cambio, Vélez (con un equipo alternativo), apostando a la prolijidad de su mediocampo, le tomó el pulso al instinto animal que intentaba mostrar Racing, y le generó un dolor de cabeza en una acción de pelota parada. Porque a los 39 minutos, Tobio se anticipó a todos en un tiro de esquina y puso a los de Liniers arriba en el marcador.

En el complemento, Racing fue distinto. Por lo menos, eso intentó. Porque Grazzini le dio más juego (entró por Castromán, lesionado) y también sumó el ingreso de Hauche. Pero abundaban las interrupciones, las peleas, las discusiones, y Vélez estaba al acecho, a tal punto que Cabrera tuvo el segundo tanto en sus pies, pero De Olivera tapó la pelota del partido.

Cerca de los treinta minutos, Vélez estaba más del segundo que Racing (confundiendo apuro con dinámica) del empate. Pero Collado expulsó a Ricardo Alvarez, la visita se apichonó y la Academia aprovechó seis minutos de furia para dar vuelta la historia. Primero, un remate abajo de Lugüercio, después un tiro de media distancia de Yacob (se desvió en Cabral) y por último, una gran definición de Bieler, resolvieron el pleito.

Con alma y con corazón (algo que los hinchas le reclamaban al equipo), Racing dejó a salvo su esperanza. Para Vélez, no hubo consuelo y ahora debe meter su cabeza en la Copa Libertadores, donde reaparecerá la formación titular.


UNA VERGÜENZA
Por el robo de una bandera se armó entre las hinchadas
UN HINCHA DE VELEZ AGREDE A LOS PLATEISTAS DE RACING.

ANUAR PECHE
El robo de una bandera de la gente de Vélez, colocada sobre el anillo de la primera bandeja de la tribuna visitante, fue el desencadenante de los graves incidentes que se produjeron en el arranque de la segunda etapa, con peleas cuerpo a cuerpo, butacas de plateas convertidas en proyectiles, corridas de grupos de las barras por ambos lados y estampidos de balas de goma disparados por los efectivos de la Policía bonaerense que se demoraron en su accionar.

Cuando transcurría el entretiempo empezaron a observarse los “movimientos extraños” en el sector de las plateas altas y de inmediato, cuatro o cinco sujetos, identificados con los colores de la “academia”, pasaron al sector destinado a la preferencial de los hinchas del “fortín” y allí empezaron los líos. Un hombre con la camiseta de Vélez fue golpeado por otro con un buzo de Racing, secundado por otros, que ante la presencia de algunos uniformados decidieron “volverse a su lugar”.

Esta situación, repudiada por la mayoría de la multitud, motivó la reacción de la barra “La Pandilla de Liniers”, que lograron subir a la platea y comenzar a intercambiar las butacas plásticas con los más exaltados racinguistas. Del sector de enfrente a este ángulo de la cabecera de la calle Colón, un sector de la “Guardia Imperial” destrozó una parte de la reja y pretendió “copar” la bandeja superior del “Cilindro” de Avellaneda.

A todo esto, el arbitro Javier Collado mantuvo interrumpido el juego durante cinco minutos, entre los dos y los siete del segundo tiempo, pero al recibir las garantías del jefe del operativo policial decidió continuarlo, pese al estado de nerviosismo que se vivía en la cancha, pues seguían escuchándose los estampidos de las escopetas afuera y las corridas de un lado a otro de sectores de las dos barras.

Al mismo tiempo, en un pulmón de la platea baja, lindante a las cabinas de prensa, donde suelen ubicarse los directivos y allegados que acompañan a la delegación visitante, también se registraron problemas, que cerca estuvieron de pasar a mayores. Un numeroso grupo de hinchas de Racing se fue contra la reja que separa a ese sector y arreciaron los insultos, además de “volar” alguna botella plástica.

En ese lugar, se encontraban futbolistas de Vélez que no actuaron anoche, entre ellos Maximiliano Moralez, quien fue el blanco de todas las agresiones, bajo la acusación de “traidor”. Si bien no hubo respuesta de las “víctimas” de la locura de unos pocos, recién retornó la calma, cuando la Guardia de Infantería tomó posiciones en esa zona, cercana al corner.

Adentro, el partido seguía con el local pugnando por el empate y el visitante más cerca de estirar la diferencia. Tras una situación clara que De Olivera le tapó a Nicolás Cabrera, cuando el volante velezano fue a ejecutar el tiro de esquina casi es impactado por una botella de gaseosa a medio llenar y otro parate. Y de inmediato, una bomba de estruendo que cae cerca del primer asistente Sergio Zoratti, aunque a esta altura de las circunstancias, en Collado primaba el espíritu de hacer continuar el partido y no contribuir a más escándalo.

La ráfaga de goles de Racing operaron como un elemento fundamental para que los incidentes quedaran de lado, pese a que el movimiento de la tropa policial fue incesante.

Susto con Cahais

Un susto grande se vivió con un choque de cabezas entre Iván Bella y Matías Cahais que terminó en el piso, casi nocaut, y el corte que sufrió en el arco superciliar derecho, con una profusa hemorragia. El defensor de Racing fue retirado del campo de juego y ello derivó en una situación confusa, con el DT velezano Ricardo Gareca reclamándole al arbitro Javier Collado y su par de Racing, Miguel Angel Russo, intercediendo. Tras recibir asistencia y con una toalla sobre su cabeza para limpiar el rostro ensangrentado, Cahais pretendió reingresar rápidamente y cruzó algunos empujones con su compañero y arquero suplente Pablo Santillo. En definitiva, fue reemplazado por Roberto Ayala.

El médico del plantel académico, Walter Mira, confirmó que Matías Cahais sufrió “un traumatismo de cráneo con pérdida de conocimiento y un corte en la ceja.


GARECA
“Ya es el colmo, parece que Vélez está marcado”
El DT explotó de furia y cuestionó duramente al árbitro Collado
RICARDO GARECA SE PUSO COMO LOCO Y LO MATO A COLLADO.

“Estoy muy caliente, a mí nunca me vieron así”. La frase de Ricardo Gareca, en medio de su verborrágica explosión después del partido, graficó claramente la escena que se vivió en las puertas del camarín visitante, cuando el técnico de Vélez enfrentó a los periodistas: “Es una locura, esto no puede seguir así. El fútbol argentino se tiene que replantear un montón de cosas porque no puede ser que tengamos que soportar un final bochornoso como éste”.

Toda la furia de un Gareca alejado de la imagen serena e irradiante de paz de cada jornada apuntó sus dardos contra la figura del árbitro del partido Javier Collado, a quien señaló como el responsable de la derrota de Vélez: “Sus decisiones nos llevaron a esta caída que nos duele, porque nos estamos jugando cosas importantes y que no merecíamos. Así no se puede jugar más. Le hicieron un penal a Cabrera, no lo cobra, increpa al jugador al que lo sacan arrastrando de la cancha, nos tiran piedras, nos agreden y termina expulsado a un chico que tiene apenas cinco partidos en primera división como para demostrar que tiene personalidad”.
Luego, el Tigre sostuvo: “A mí me gustaría que, si tienen huevos, esas decisiones las tomaran con los jugadores más grandes, con más experiencia, y no con un chico al que le pegaron y lo increpó acusándolo de que estaba haciendo tiempo. ¿Qué le pudo haber dicho un chico con cinco partidos en Primera al árbitro de un partido que estábamos ganando? Es una vergüenza”.

Sin hacer pausas ni para tomar aire, Gareca siguió con su descargo: “Este árbitro ya nos bajó de la lucha del campeonato en aquel partido contra Newell’s en el que todos vieron como lo agarraron a Somoza para hacer un gol y él lo dio como válido. Pero no pasó nada. Nosotros nunca nos quejamos de los arbitrajes, pero a esta altura ya parece que estuviéramos marcados por algo, porque a Brazenas, cuando nosotros fuimos campeones, lo pararon y hace un año que no juega, como si a Vélez le hubieran regalado el campeonato. Sin embargo, todos los días vemos errores mucho más groseros y no le llaman la atención a nadie”.

Gareca no bajó sus decibeles en la protesta: “Ya me cansé; a mí no me vieron así nunca, pero lo que pasó fue inaceptable. Entiendo el momento por el que está pasando Racing y uno no le desea el mal a nadie, pero así no es la cosas. Si se tienen que salvar no debe ser por este camino; nos echaron a un jugador, y después, a mí, en un contexto de descontrol en el que sólo estaba involucrado Racing. La gente tirando cosas, faltas que no nos cobraran y, encima, el arquero que saca a Cabrera arrastrando del brazo como si fuera una bolsa de papas. Esto no puede seguir así, es la ley de la selva. Es el colmo”.


Russo y la “imagen” ante la gente
RUSSO, CONTENTO CON LA VICTORIA.

Miguel Angel Russo mostró su habitual mesura al referirse al triunfo ante Vélez Sársfield, aunque dijo estar “muy satisfecho” por la producción de sus dirigidos, ponderó la labor de Sebastián Grazzini, considerado la figura de la cancha, y fundamentalmente rescató que “la gente se fue con otra imagen del equipo”, en obvia referencia, aunque sin mencionarlo, a lo ocurrido en la goleada en contra frente a Estudiantes de La Plata.

En conferencia de prensa, Russo sostuvo que “en el primer tiempo, sufrimos con la pelota parada y así nos marcaron. Después pudimos corregir a tiempo y con el ingreso de Grazzini conseguimos mayor aceleración en ofensiva. Y más allá de la expulsión, terminamos ganando muy bien y sabemos que a esta altura del campeonato eso es muy importante para nosotros”.

Sobre el encuentro a completar el próximo miércoles ante Atlético Tucumán, el entrenador sostuvo que “sin dudas es un partido clave, como todos los que nos quedan. Tenemos 72 horas por delante, para intentar la recuperación desde lo físico y viajar con lo mejor que tengamos con la idea de seguir sumando para poder salir de esta situación. Sin dudas, será durísimo, ellos también vienen de ganar y están apremiados por el promedio”.

Por su parte, Sebastián Grazzini, el que le cambió la cara a la “academia” en el segundo tiempo, rescató que “se remontó un partido importante y este triunfo nos da más fuerza para superar este momento. En lo personal, me sentí muy bien y de todas maneras, lo fundamental es poder aportarle al equipo, que deja la vida cada vez que sale a la cancha”.
Lo que viene...

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Anónimo dijo...

EL RESPONSABLE DE ESO SE LLAMA DANIEL DIPPOLITO HIJO DE UN POLITICO Y BARRA...