domingo, 14 de junio de 2009

Fotos de la alegría de ayer


---o0o---

RACING 3 - BOCA 0
Dejó la garganta caliente para el grito de salvación
La goleada ante Boca colocó a Racing a un paso de la permanencia
Lucas Castroman, de gran partido, marca la apertura. Justo ante Boca, donde tuvo porcas chances y no aprovechó ninguna.


En Racing hay un viejo axioma que dice: “si no es con una cuota de sufrimiento, no vale”. Por eso, ayer, sus hinchas, su técnico y hasta sus jugadores, se retiraron de Avellaneda, tras la sensacional goleada ante Boca, pensando que el objetivo ya estaba cumplido. Que la permanencia en primera era una realidad. Y que podían abrazarse a la salvación, tan anhelada. Pero no es así, porque los números, las matemáticas, le agregaron una cuota de suspenso extra a la realidad del equipo de Caruso Lombardi, que deberá esperar hasta el fin de semana que viene para conseguir el alivio definitivo.
Es que la victoria de Rosario Central, en el cierre de la fecha, ante Argentinos Juniors, no hizo más que prolongar el sufrimiento en Racing, aunque la victoria ante Boca apagó todas las alarmas y dejó las gargantas calientes, para que en muy poco tiempo la Academia pueda tener su desahogo, dejando atrás la amenaza de la promoción.
Lo cierto es que Racing depende de sí mismo. Si vence a Gimnasia de Jujuy, el sábado, habrá ahuyentado definitivamente los fantasmas del descenso. Además, con la victoria ante Boca, obliga ahora a que Rosario Central (ante Tigre) y Godoy Cruz (con River) tengan que ganar sus partidos, sí o sí, porque si alguno de los dos no suma de a tres, los de Caruso tendrán vía libre para los festejos, sin importar el resultado propio.
Racing tiene la salvación en el bolsillo, pero todavía no lo puede gritar a los siete vientos. Hace tres meses, cuando inició su misión en el club, Caruso Lombardi no dudó en señalar que “mantenernos en primera será como ganar un campeonato”. Y merced a una meteórica recuperación, con la goleada contundente de ayer ante Boca como frutilla del postre, quedó a un paso de la permanencia.El sentimiento de los hinchas le escapó a la frialdad de los números, y Avellaneda ayer fue una fiesta celeste y blanca. Para recibir al equipo con globos, papel picado (que fue lanzado de modernas máquinas, ubicadas estratégicamente en los costados del campo) y un aliento contagioso. Y los despidió con aplausos, que tomaron forma de agradecimiento. Porque la permanencia de Racing en primera está a la vuelta de la esquina, aunque todavía falta un pasito más...

EL ANALISIS TACTICO
Caruso le ganó por goleada a Ischia
En el planteo, Racing también le sacó una gran diferencia a Boca

Más allá de la goleada en el resultado final, Racing también le ganó a Boca en lo táctico. En ese sentido, Ricardo Caruso Lombardi planteó mucho mejor el juego que Carlos Ischia. El local apostó a lo suyo, que es el sacrificio y además en el segundo tiempo, jugó un buen fútbol. Por su parte, el técnico de la visita eligió un planteo con futbolistas que a priori manejaban bien la pelota, pero eso le jugó en contra, porque en el medio, el único que marcaba era Battaglia, que terminó yéndose expulsado.
Esa fue una de las claves del encuentro. Por la banda derecha del medio campo, Shaffer subía con muchas facilidades, porque como se sabe, Damián Díaz no siente la marca. Por la otra banda, pasaba algo parecido con Gaitán. Así, con Yacob y Zuculini como abanderados, La Academia ganó claramente el mediocampo y de ahí en más se llevó el encuentro.Los locales esperaban a su rival y apostaban a salir de contragolpe, y cuando lo hacían causaban peligro por el desorden general del xeneize. El orden fue la gran diferencia entre un equipo y otro. Todo empeoró para los boquenses, cuando se fue expulsado Battaglia. Ahí el equipo quedó partido e Ischia le pifió en los cambios.
En lugar de hacer una variante inmediatamente, esperó cinco minutos y en ese lapso le hicieron el segundo. En Boca nadie marcaba, ya que en el medio estaban Damián Díaz, Gaitán y Riquelme. Y ahí sí que los de Caruso hacían lo que querían, se lucían y lo mostraban en el marcador. Poco más tarde salió a la cancha Benavídez, pero el técnico puso a tres delanteros, por lo que se seguía manteniendo un déficit en el medio, ya que el esquema era un pobre 4-2-3, siendo Román uno de los del medio.
En lo futbolístico, la visita trató siempre de salir jugando, ya que su oponente en principio lo esperaba lejos. Sin embargo, nunca causó peligro con ese método. Los de Avellaneda fueron mucho más a lo largo del encuentro y ya desde antes que salgan los 22 protagonistas a la cancha, se veía que podía haber ventajas para un lado.
Al sistema táctico, se le agrega que el local jugó como una final, dejando todo en cada pelota y su rival lo hizo sin vida, sin ánimo, sabiendo que no jugaba por nada, y sin muchas intenciones de revertir este pésimo momento. Por estas razones, el resultado mostró una paliza en lo futbolístico, pero otra del mismo calibre en lo táctico. En este duelo, Caruso le ganó ampliamente a Ischia.

La Academia gozó y bailó a un Boca que está arruinado
El local tuvo media hora sensacional ante un rival sin alma.

Franco Zuculini trabado por Battaglia.

COMENTARIO: CAMILO MARTINO

No lo puede creer Racing. Entre tanto sufrimiento y humildad por guardarse cada puntito como una moneda de oro, esta vez le toca vivir una gran fiesta después de sacar de la cancha a Boca con una goleada. Racing se sintió poderoso, más grande que nunca. Ahí abajo, -tirado en el piso y sin fuerza para nada-, lo tiene a Boca. Al Gran Boca que es hoy una caricatura fea y descolorida. Un equipo sin nada. No tiene ambición, ni hambre, no sabe para a que juega y mucho menos para que juega. Ni orgullo tiene.
Racing disfruta con ganas. Ni bien se dio cuenta que lo que estaba enfrente era un fantasma, se convenció que no valía la pena jugar al empate. Era el día para abusarse de Boca, como ya lo hicieron varios en este torneo, por eso ni bien Castromán le quitó la careta al equipo de Ischia, Racing supo que valía la pena arriesgar un poco más para ganar, entonces fue y cada vez que fue encontró todos los caminos abiertos para armar un carnaval que terminó a pleno festejo, tanto que el público de Racing decidió incorporar una nueva frase a su diccionario, “ole... ole”, desconocida hasta antes de vérselas con Boca.
Media hora le bastó a Racing para lograr una victoria por la que hasta los 15 minutos del segundo tiempo no había hecho nada. Migliore le sacó a los 16 minutos a Riquelme una pelota que pedía ángulo, ahí no más Castromán aprovechó una pelota por el medio del área, y gracias a débil defensa boquense se fue hasta el Pato Abbondanzieri para elegir donde poner la pelota. Racing pasó de la nada a ganar, ahí nomás Bassi le mostró la roja a Battaglia y Boca terminó por quedar echo polvo. En ese momento Racing se dio cuenta lo que era Boca, un equipo que se había quedado sin el equilibrio en la mitad de la cancha y que tenía un gol adentro, además de haber mostrado en lo que se había jugado su pobreza ofensiva.
Cuatro minutos tardó en llegar el segundo gol. Otra vez Castromán (sí Castromán), habilitó a Zuculini por el medio del área y el pibe definió junto al palo de Abbondanzieri. Ya estaba para Racing. Ischia recién ahí se dio cuenta que faltaba un volante central, pero claro ya Boca tenía dos goles adentro y con ninguna chance de remontar la historia.
La perlita de la noche la entregó Sebastián Grazzini con Boca arrodillado. Gambeta para acá, gambeta para allá, Krupoviesa que pasó de largo dos veces y una definición llena de calidad para sellar un resultado que la gente de Racing no olvidará fácilmente, y que Boca tampoco debiera archivar para tener presente lo que significa tocar fondo.
Antes de eso hubo un partido donde Racing jugaba en su cancha al empate y Boca ni bien pasaba la mitad de la cancha se desintegraba como una burbuja. Hasta ahí las chances habían sido para Boca y las dos las controló Migliore. A los 25 minutos le paró un remate a Gaitán que iba a ser gol y después la ya comentada volada para sacarle a Riquelme una pelota de gol, y casi nada más. Después llegó el baile de Racing, con goleada incluida y todo.
Si algo le faltaba a Boca era terminar sin ninguna victoria contra los grandes después de 17 años, racha acompañada por una desmotivación general que empieza desde el mismo entrenador. Carlos Ischia ya no tiene nada que hacer en el banco de Boca y Boca si necesita sumar puntos pensando en la temporada. Quedan dos partidos y lo más factible es que Boca los pierda, porque ni el técnico y muchos jugadores están pensando en el presente.
Del otro lado está Racing. Tan feliz y loco de alegría, que ayer se sintió un grande de verdad.


CARUSO, CON CHAPA DE IDOLO


“El aliento de la gente me dejó loco, en el aire”El técnico dijo que se emocionó por escuchar que coreaban su nombre.

Caruso se saluda con Ischia, cada uno vive momentos muy diferentes.

Si algo le faltaba a este presente de Ricardo Caruso Lombardi en Racing, para sacar chapa de ídolo, fue la actitud de ayer de la hinchada de la Academia, que tras el tercer gol de Sebastián Grazzini, en la victoria ante Boca, sacó a la cancha un grito de corazón: “Caruuuso, Caruuuso” para testimonial el agradecimiento por la sensacional campaña del equipo, que está a un paso de lograr el objetivo de la permanencia en primera división.
Ante los gestos del público, Caruso no movió ni unas ceja. Se mantuvo quieto, inmóvil, ante cada arranque de la hinchada, que lo incluía en sus canciones. Y después, en la conferencia de prensa, el entrenador reconoció que que “el aliento de la gente me dejó loco, sin aire, sedado, casi sin respuesta. La verdad es que todavía no caí, por lo ocurrido”.
El entrenador tomó al equipo en la cuarta fecha y merced a una revolución anímica y táctica, resucitó a un equipo que muchos daban por muerto. Y merced a esa tarea, la hinchada no dudó en hacerle un reconocimiento público: “yo sé no es fácil que la hinchada de Racing cante mi nombre. Pero todavía no caí. Me parece que esto no se puede comparar con nada. Estoy feliz y más porque de a poco estamos salvando a Racing”.
Caruso se lamentó por las sorpresivas ausencias de Pablo Lugüercio y Matías Martínez (ambos engripados), pero dijo que “los jugadores salieron a la cancha con una gran actitud”. Y comentó que en la charla previa les preparó a los jugadores un video “de ocho minutos, mostrando qué piensa este cuerpo técnico de ellos, porque juntamos imágenes del equipo, con otras de guerreros. Fue todo muy lindo, realmente, y yo sé que al grupo, eso le llegó”.
También resaltó que el plantel ahora esperará cobrar el premio que prometió el ex Presidente de la Nación Néstor Kirchner, pero aclaró que “hablé por teléfono y en vez de dos plasmas de 42 pulgadas, vamos a sortear cuatro plasmas, de 32 pulgadas, así hay más chicos que se van a ir contentos. Yo sé que el regalo va a venir, no habrá problemas, porque de lo contrario, hacemos un piquete” afirmó, y largó una carcajada.
En relación a la victoria ante Boca, sostuvo: “pensé que podíamos ganar este partido pero no así, por tres goles. Pero los cambios salieron bien, y esta vez tuvimos todo lo que nos faltó con Gimnasia y Colón, que empatamos, generando muchas situaciones de gol”.
Más tarde, no dudó en mirar a los periodistas y hacer un análisis concreto: “muchachos, la figura fue el equipo. Yo sé que hay equipos peleando el campeonato, pero la tapa de los diarios es el equipo de Racing”. Si Caruso lo dice...

http://www.popularonline.com.ar/nota.php?Nota=390393

0 Deja tu comentario aca que es GRATIS: