Racing puso el corazón y venció a este raro River
El Millo reaccionó en el segundo tiempo, pero no le fue suficiente
El Ogro Fabbiani no jugó bien. Aquí, marcado por Yacob y Martínez
Si se salva, Racing lo hará con el corazón. Olvídense del juego, del fútbol, ni siquiera tomen en cuenta los planteos tácticos de cada partido. Nada. Corazón puro es Racing y lo va a ser hasta que termine el campeonato. Si le alcanza para evitar el descenso o la promoción, se verá. Ayer le alcanzó para obtener un triunfo vital ante River. Supo meter el partido en su terreno, el de la lucha, el de la pelea. Cuanto menos se juegue y más se combata, mucho mejor para Racing. Estará en el rival el saber cómo trasladar el trámite del encuentro hacia el terreno del juego. Ayer River no supo cómo hacerlo y perdió.River es todo un caso. Siempre necesita que le hagan un gol para despertarse y reaccionar. De hecho, de los ocho partidos que jugó en el torneo, empezó abajo en cinco de ellos. Ganó tres, es decir que demostró capacidad de reacción. Pero no se puede volcar el resultado en todos los encuentros. Ayer no lo logró, pese a que en el segundo tiempo, como suele sucederle, dominó y terminó por meter a su rival contra el arco. Y pagó carísimo ese muy mal primer tiempo, en el que casi no pateó al arco. En el segundo generó más situaciones, sobre todo a favor del ingreso de Gallardo -alguien que sabe poner algún que otro pase como la gente, ¿no- y de cierto crecimiento en los rendimientos de Fabbiani y de Rosales. Pero no le fue suficiente. Se estrelló contra Migliore, contra Aveldaño, contra Lluy, contra Matías Martínez... Se estrelló contra un Racing dispuesto a lo que fuese necesario para aferrarse a esos tres puntos.
METER Y METER
Racing mostró un rendimiento defensivo de entrada. Aveldaño le hizo la vida imposible a Fabbiani, al presionarlo, anticiparlo, no dejarlo mover. Zuculini y Yacob se encargaron de Buonanotte, que no hizo una bien. Y Yacob tuvo resto para administrar bien la pelota en el primer tiempo -luego se cayó-. Después, todo quedó supeditado a las corridas de Lugüercio, que no se cansó nunca de correr y de picar. Racing hizo su gol en una jugada de tiro libre -centro enviado por Lluy desde la izquierda hacia el palo opuesto, Martínez cabeceó hacia el medio, hubo un rebote, la pelota le volvió a Martínez, otro pase al medio y gol de Lugüercio-, y después rechazó uno tras otros los débiles intentos de River. Todo, en medio del roce, de la fricción permanente, con la prioridad puesta en obstaculizar al contrario. De contra, generó dos jugadas de mano a mano, pero Barbosa se los ganó a Wagner y a Caballero. Pudo haber sacado más ventaja Racing, incluso.
En el segundo tiempo, el ingreso de Gallardo le dio a River otra fluidez. Se ubicó por la derecha, con Barrado -reemplazante del lesionado Augusto Fernández- hacia el medio, y desde allí limpió el fútbol de River. Fabbiani apareció más en el área para bajarle balones a los compañeros, quienes no supieron resolver -se lo extrañó a Falcao, que no pudo entrar porque River gastó dos cambios en el primer tiempo por lesiones, aunque si se hubiesen tomado más riesgos, el colombiano hubiera podido entrar por Augusto Fernández-. Y allí apareció un solvente Migliore, que salvó un gol que parecía hecho de Rosales, más un tiro de Fabbiani, más un cabezazo de Cabral...
River pudo haber empatado, River contó con situaciones. Pero el hecho es otro. Es que de nuevo jugó como dormido el primer tiempo y se dejó madrugar por un Racing que tuvo claro desde el primer momento qué hacer en la cancha: meter y meter. Enredarle las cosas al contrario. Le salió bien y sacó la ventaja que después consiguió mantener. A puro corazón.
“Ojalá que ahora se pueda salir adelante”
El delantero confía en que consigan más resultados positivos
Pablo Lugüercio, el autor del gol. marcado por Archubi, improvisado lateral.
Sólo hizo tres goles en Racing, pero Pablo Lugüercio ya está metido en el corazón de la gente. Las ganas que pone y algunas buenas actuaciones lo destacan entre los hinchas, que lo ovacionan constantemente, como si fuera un jugador que tiene cientos de partidos en la institución. Lo cierto es que eso poco importa en este momento y el delantero, que deja todo en cada pelota, se ganó el respeto y el cariño de todos. Una de las figuras del partido de ayer y el autor del gol del triunfo se entusiasma con este presente en el cual sacaron siete puntos de los últimos nueve en juego.
El Payaso se mostró totalmente conforme con los tres puntos que lograron y piensa que ahora tiene todo para salir adelante y evitar la tan temida Promoción, a la que el conjunto de Avellaneda tuvo que enfrentar en la temporada pasada. “Ojalá que después de tanto sacrificio, podamos salir adelante. Fue un triunfo fundamental para nosotros, pero tenemos que seguir sumando”, destacó.
Luego analizó el juego que se vio en el Cilindro de Avellaneda y comentó que “hicimos un gran primer tiempo, en el que tuvimos que irnos con un gol más de ventaja. Pusimos mucha actitud, mantuvimos la pelota y generamos situaciones.
Después en el segundo tiempo se nos complicó un poco porque quedamos con un hombre menos, pero pudimos aguantar hasta el final y llevarnos tres puntos importantísimos”. También se refirió al cariño que le brindan en el club. Es que cuando sale a la cancha, todos empiezan a gritar “Lugüercio, Lugüercio”. Hasta en el momento en que salió a hablar con la prensa fue ovacionado por un extenso grupo que todavía se quedaba por allí.
El delantero está muy agradecido con todo este afecto que le brindan. “Lo de los hinchas es increíble. Me brindan mucho afecto y eso te da ganas de seguir jugando por esta camiseta. Estoy muy agradecido con el apoyo que me brindan y espero poder darles alegrías. Hoy (ayer) por suerte se ganó, pero no queremos que esto quede acá. Los hinchas se merecen buenos resultados, porque siempre acompañan al equipo”.
http://www.popularonline.com.ar/nota.php?Nota=374694
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